Fashion Icon: Kurt Cobain

El 20 de febrero, Kurt cumpliría 50 años. Este es un breve recorrido por su legado en el mundo de la moda, que fue tan profundo como la huella que dejó en la música de finales del siglo XX.

Por: Loyda Muñoz

Converse azules. Jeans desgastados. Una playera blanca. Cabello sucio. Un suéter de lana. Eso fue todo lo que necesitó Kurt Cobain para presentarse en el MTV Unplugged de Nirvana en 1994 y dejar uno de los mejores conciertos acústicos de la historia, uno de los mejores momentos de la moda de los noventa.

El grunge fue más que sólo música, fue un movimiento que tambaleó todo lo establecido y Cobain —junto con Soundgarden, Mother Love Bone o Blind Melon, entre otras bandas surgidas en Seattle— forjó la personalidad de una década entera con «Smells Like Teen Spirit» y creó un look que hoy se replica continuamente.

Su gusto por los vestidos floreados que evocaban los años cuarenta y setenta, rompía las barreras del género y de la vestimenta masculina. La androginia le atraía, el “deber ser” de los jóvenes se rompía con cada aparición de Nirvana en la que el vocalista lucía uñas pintadas de rojo, ojos delineados, prendas parchadas y viejas, pero con ese coolness sin igual.

Y, esos outsiders incomprendidos atrapados en medio del glamour de los ochenta, encontraron un icono al cual seguir. El fenómeno era incuantificable. Los fans de Nirvana agujeraban sus suéteres y los deshilachaban, remendaban prendas en buen estado para que se vieran como las del ídolo, ensuciaban sus Converse —esa marca tan poco conocida entonces— para emularlo.

Entonces, la moda, como el sistema complejo que es, tomó la franela, la mezclilla, los cuadros y los hizo tendencia. Para prueba, la ahora infame colección de Marc Jacobs para Perry Ellis en 1992 inmortalizada en una editorial para Vogue (hecha por la misma Grace Coddington y Steve Meisel) o la colección de Hedi Slimane para Saint Laurent en 2013 en las cuales, la inspiración era la antimoda de Cobain.

Todo aquello que no estaba de moda, se volvió una pieza statement; lo roto, lo parchado, lo descuidado (y los Converse) son estilos que le debemos. En resumen, ¿qué nos dejó Kurt? Nos dejó rebeldía, nos dejó camisas de franela a cuadros y un look para la historia.