Hace unos meses, la abogada Yazmín Lujano fue llamada a defender a la cadete Pamela Romano, víctima de acoso sexual y cuyos derechos habían sido atropellados. Este mes, el caso tuvo una victoria que sienta un precedente importante. Sobre eso, la Lic. Lujano nos da testimonio en este texto.
N. del E: Este testimonio, escrito por la Lic. Yazmín Lujano Téllez, refleja la difícil lucha que se lleva a cabo cada día para que las instituciones respeten nuestros derechos humanos. Ella ha decidido compartirlo hoy en Sugar & Spice, con la esperanza de que el caso se difunda y eso ayude a que la SEDENA cumpla con las exigencias de la cadete afectada, que se resumen en dos cosas básicas: que sus derechos y los de sus compañeros sean respetados, y que la dejen volver a la escuela para terminar su carrera. | Foto: Non Profit Organization Lawyers Oakland. | Ilustración: Pixabay.
«Estoy preocupada porque a nuestras fuerzas armadas se les considera ciudadanos de segunda y son abusados, vejados y minimizados por todos. La población juzga a todos por unos cuantos elementos malos y ellos realmente se encuentran indefensos a nivel legal porque al día de hoy no se han cumplido mandatos presidenciales que podrían beneficiarlos. Cuando a una persona se le maltrata, este maltrato se refleja en algún lugar y en el caso de las fuerzas armadas se refleja —lamentablemente—con la población civil.
Lo que ocurrió en este caso en particular —el de la cadete Cristina Pamela Romano Patiño—, fue que me llamaron un domingo para defenderla porque iba a expulsarla, supuestamente por mala conducta, el lunes siguiente. Me presente a las 6:15 am y me cambiaron el lugar de la audiencia del código de honor. Cuando llegué no se me permitió hablar con mi representada y fui escoltada hasta otras instalaciones, muy lejos de donde se llevaba el juicio. Fue hasta después de que la expulsaron y pasó la audiencia, que pude hablar con ella.
Les describo como es mi representada: Pamela es una mujer joven de 24 años, 1.75 de estatura, guapa, atlética y simpática. Una alumna con excelentes calificaciones que cursaba su último semestre de la carrera de Cirujano Dentista. Ella me comentó que su director —el coronel cirujano dentista Ernesto Ignacio Villalobos Domínguez— le pidió favores sexuales y ella se negó, y por esa negación él le dijo que como ‘no se arreglaban’, que se atuviera a las consecuencias. Esas consecuencias fueron que se le impusieran una serie de faltas con deméritos sin ningún fundamento o prueba como que estaba escuchando música estruendosa (¿qué joven no escucha música estruendosa?) o que había relajado su disciplina en el comedor porque habló. En fin, presunciones sin ninguna base legal, reglamento o catálogo. Le juntaron 720 deméritos y a causa de esto quedó fuera de la escuela. Acto seguido fue enviada al siguiente día a Chiapas, pero no como técnica dental sino como administrativa y a filas. Ella nunca salió de la esfera jurídica, no cambio de Secretaria…
Como yo soy abogada y el acoso sexual es muy difícil de comprobar, decidí defenderla por lo que sí podía probar, que fue que no le permitieron una defensa adecuada en la audiencia, y que el reglamento y el código de honor son inconstitucionales, por lo cual gané para mi representada. De igual manera presenté queja ante los derechos humanos por aplastar los derechos de defensa, audiencia y demás, pero veo con tristeza que la CNDH sólo es un órgano simulador que defiende a los delincuentes y no a los ciudadanos íntegros que requerimos apoyo en momentos decisivos.
Gané primeramente la suspensión provisional, pero no la pude traer de regreso a la escuela porque la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) alegó que salió de la esfera jurídica y el juzgado no me lo concedió por encontrarse ella en Chiapas. El 2 de mayo se me notifico que gané el amparo de fondo.
Con esta sentencia ganada se obtiene el primer precedente para que se pueda actuar y exigir lo siguiente:
1
Que mi representada pueda regresar a terminar su último semestre de la carrera de cirujano dentista.
2
Que se ejecute el decreto presidencial del 2006, el cual dice que las fuerzas armadas deben de contar con un catálogo de faltas no presunciones o faltas que se dejen a criterio de su superior porque eso los deja en indefensión legal. Este catálogo debe de tener su calificación en faltas leves, medianas y graves, y su reglamento. Esta orden fue acatada por la Marina en el año de 2009, pero no por el ejército.
3
Que se ejecute el decreto presidencial del 2008, el cual dice que los códigos de honor deben de ser armónicos con las leyes y los derechos humanos. Actualizarlos porque el que hay es de 1928. En igual caso la Armada de México si acató —se tardó pero cumplió— mientras que nuestro ejército no ha cumplido.
Es por eso que quiero solicitar el cumplimiento de estos tres puntos al Ejercito de los Estados Unidos Mexicanos ya que por mandato presidencial y judicial no han hecho caso. No se trata sólo de una cadete sino de todo el ejército que está en las mismas condiciones —o peores— a merced de los abusos de autoridad». —YLT*
* El 2 de mayo del 2017 la Lic. Yazmín Lujano Tellez ganó una Sentencia de Amparo para una cadete de la escuela militar de odontología a la cual se le negó la audiencia constitucional, se pisotearon varios de sus derechos como ciudadana y sus derechos humanos. Es por eso que se realizó una defensa y esta se ganó el asunto 19671800 en el Juzgado décimo cuarto de distrito en materia administrativa expediente 1424/2016.
Este contenido representa la opinión del autor y no necesariamente la de Sugar & Spice.
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