Las series de TV escritas por mujeres aún son raras en nuestra época, pero desde 2014, Abbi Jacobson e Ilana Glazer se aventuran en el mundo de la comedia con Broad City.
Texto: Fabiola Meza
Al igual que series contemporáneas como Girls y Love, Broad City explora las aventuras de una generación que no tiene un camino claro. Sin embargo, contrario a las mencionadas, la de Abbi e Ilana, además de ser hilarante y extraña, muestra cómo es la verdadera amistad entre mujeres.
También desentraña aspectos de la generación milenial. De los que pertenecemos a ella —como las protagonistas de Broad City— dicen que no nos gusta trabajar, que crecimos entre pantallas, que no «vemos a futuro». Lo cierto es que vivimos en un mundo distinto al de nuestros padres, y una hipoteca a 15 años no es algo a lo que aspiremos. Puede que seamos más ingenuos que otras generaciones —que en sus veintes ya tenían casa, familia y cerca blanca—, pero perseguimos nuestros sueños… Aunque no sepamos exactamente cuáles son.
bien lejos de las princesas
Cierto, Abbi e Ilana no tienen metas muy claras. Pero su frescura y despreocupación son un alivio en un ambiente que castiga a las mujeres por sus «fallas». Por mucho tiempo la comedia femenina se enfocó en enredos amorosos y defectos tiernos en protagonistas con cuerpo perfecto, trabajo ideal y novio soñado que corrían en tacones y tomaban mimosas en el brunch. Broad City no. La serie explora las debilidades de sus personajes y la incertidumbre de la juventud. Nos ofrece un escenario más parecido a nuestra cotidianidad.
Las protagonistas son feministas empoderadas. Y no por ello dejan de hacer comentarios inapropiados. No quieren ser un ejemplo de mujer. Ellas saben que lo que son es suficiente. Su confianza se alimenta del apoyo incondicional que se dan la una a la otra.
el camino es lo que importa
Aunque su amistad es el centro de la serie, se presentan situaciones hilarantes de la vida actual. Abbi quiere ser artista plástica, pero trabaja limpiando un estudio de spinning. Mientras intenta ganar un puesto como entrenadora, sus sueños de triunfar en el arte se alejan. Ilana no puede mantener un trabajo estable, pero sí múltiples amantes. Fuman marihuana, hacen face time desde el baño, hablan rápido y fuerte. Tienen aventuras que parecerían irreales, excepto porque todos hemos vivido esas anécdotas vergonzosas.
En cuatro años de Broad City, hemos visto a Abbie e Ilana evolucionar y crecer con su audiencia. Un público que, como ellas, intentan ser adultas sin saber las reglas del juego. Claro que todas tropiezan más de una vez, pero siempre disfrutan el camino. ★
Pingback: ¿Las mujeres escriben sólo para otras mujeres? Ben Blatt lo investiga