Para escuchar: Las flores salvajes de Tom Petty

A diez días de la partida de Tom Petty, se hace cada vez más grande el hueco que dejó y más evidente lo grande que era en lo musical y también en lo personal. Si quieres escuchar algo de Petty o empezar a conocerlo, te recomendamos uno de sus discos más íntimos, el introspectivo Wildflowers.

Por Louise Mereles Gras

Qué difícil es decirle adiós a los músicos que amamos, que nos acompañan en nuestro día a día y van formando el soundtrack de nuestras vidas. Los últimos dos años han sido particularmente crueles con la partida de Lemmy Kilmister, David Bowie, Leonard Cohen, George Michael, Prince, Chuck Berry, Chris Cornell, Charles Bradley y el 2 de octubre pasado a sus 66 años, Tom Petty.

Cantante, autor y guitarrista. Por más de 40 años, en solista con su grupo The Heartbreakers o al lado de Traveling Wilburys, este prolífico músico nos regaló música de manera generosa, música de esa que te acompaña y nunca te deja. Con letras que iban al grano y temas de supervivencia y redención, de perdedores y desamparados con esperanza, sus canciones siempre tuvieron los pies firmemente plantados en la tierra. Sus riffs de guitarra fueron siempre fuertes cimientos. Su voz no era dulce o melódica, pero sí entrañable, emotiva. Escucharlo es como sentirse en casa.

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Tom Petty al lado de su banda, The Heartbreakers, con quienes terminó una gira el pasado 25 de septiembre que duró casi seis meses.

 

Con abundantes éxitos bajo el brazo –“Free Fallin’”, “I Won’t Back Down”, “Don’t Come Around Here No More”, “American Girl”, “The Waiting”–, Petty –de origen humilde y quien tuvo una dura infancia y adolescencia– vendió millones de discos, estelarizó el show del medio tiempo del Superbowl en 2008 y fue incluido en el Rock & Roll Hall of Fame en 2002. Tom Petty también fue innovador y memorable en sus videos, en los que se disfrazaba, como en “Don’t Come Around Here No More” (abajo), o en los que invitaba a celebridades como Kim Basinger y Johnny Depp.

 

 

Detengámonos para un poco de trivia: en el video de “I Won’t Back Down” aparecen dos Beatles: George Harrison, quien cantó cuando Petty grabó la canción y Ringo Starr, además de Jeff Lyne de ELO (Harrison y Lyne fueron compañeros de Petty en los Traveling Wilburys).

 

 

Historias de su generosidad y amabilidad hay muchas. Está por un lado la historia de cuando Petty iba a lanzar su disco Hard Promises en 1981 y su disquera, MCA, lo quiso lanzar por 9.98 dólares, 1 dólar más de lo que costaban los discos en esa época. Petty se rehusó a lanzar el disco diciendo que no quería que el costo aumentara para sus fans. “Si no, al rato los discos van a costar 20 dólares”, dijo en su momento. Y Petty lo logró, el disco salió a la venta por 8.98 dólares.

También está la controversia que se suscitó a principios de 2015, cuando una canción de Sam Smith, “Stay With Me”, que dicho sea de paso fue nominada a los Grammys, tenía un parecido innegable a “I Won’t Back Down”. “La palabra demanda ni siquiera se pronunció, no era mi intención. Todos mis años de escribir canciones me han demostrado que estas cosas pueden pasar. No hay malos sentimientos hacia Sam”, dijo Petty. Finalmente los publishers de ambas canciones se pusieron de acuerdo y la cosa no escaló.

Otra de sus historias de generosidad es que le cedió “Stop Draggin’ My Heart Around”, una de sus canciones junto a los Heartbreakers a Stevie Nicks, para que fuera el primer sencillo de su álbum debut como solista, Bella Donna de 1981. La canción interpretada por Nicks y Petty a forma de dueto fue un éxito y se convirtió en una de las rolas que no faltan en los conciertos de Nicks o en su repertorio. De hecho, Petty y Nicks la interpretaron juntos por última vez en un concierto que Petty dio en Hyde Park en Londres, el 9 de julio de 2017, parte del aclamado British Summer Time Festival.

 

 

“Es muy triste decirle adiós a Tom Petty, era un hombre amable y generoso”, escribió como tributo Peter Gabriel. “Tom fue un amable y cariñoso caballero sureño en la vida, un poeta y maestro de la música en el escenario”, se leía en la cuenta de Twitter de George Harrison. “Cuando nos veíamos era como reencontrarme con un hermano perdido. El mundo será un lugar más triste sin él”, publicó Bruce Springsteen en su página.

Tom Petty fue incansable. Incluso la semana anterior a su muerte acababa de terminar la gira con la que se celebraban 40 años de Tom Petty and The Heartbreakers, que los llevó a tocar por varias ciudades de Estados Unidos y el mundo, incluyendo el ya mencionado mega concierto en Hyde Park en Londres y tres fechas sold out –21, 22 y 25 de septiembre 2017– en el Hollywood Bowl, fechas que cerraron la gira y serían las últimas de su vida.

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Por alguna razón –nostalgia, tristeza, ganas de recordar y honrar– llega uno inevitablemente a escuchar en repeat su disco solista de 1994 Wildflowers. Toda una joya. Tal vez sea por la letra de “Time To Move On” que ahora leemos de manera tan distinta, el humor negro de “It’s Good To Be King” o la clásica “You Don’t Know How It Feels”. Es un disco que Petty hizo en un momento crucial y difícil de su vida, cuando estaba por divorciarse de su primera esposa, Jane Benyo, con quien tuvo dos hijas.

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El sitio de música Pitchfork se dio a la tarea la semana pasada de hacer la reseña de cuatro discos del músico oriundo de Gainsville, Florida, dos al lado de su grupo The Heartbreakers, dos de su catálogo como solista. La reseña, escrita por Sam Sodomsky, habla de que este no es el álbum más conciso de Petty y tampoco el más fácil de escuchar. “Hay desesperanza e ira; desilusión y arrepentimiento. Hay una mezcla de estilos –blues, country, folk, power-pop y canciones de amor– todo conectado por los caminos, tanto literales como figurativos, que lo llevaron a donde se encontró con sí mismo: solo, de mediana edad, excavando en su subconsciente como lo haría uno en un cuarto para encontrar un pequeño objeto”, comenta Sodomsky.

En el disco Petty trabajó con el legendario productor Rick Rubin, además de Jimmy Iovine y Jeff Lyne, de ELO, con quien Petty compartió una de sus grandes aventuras musicales: pertenecer al súper grupo de súper grupos, Traveling Wilburys, al lado de Roy Orbison, George Harrison y Bob Dylan. Rubin cuenta que cuando empezaron a trabajar en el disco, cuando Petty le estaba haciendo escuchar la grabación de los demos, se detuvo, tomó la guitarra y escribió una nueva canción ahí mismo, inspirado por sus propias palabras.

Sin duda, a más de dos décadas de su lanzamiento, Wildflowers es un favorito e indispensable dentro de la discografía de Petty, un disco cuyas letras fueron escritas desde su intuición. Podríamos decir incluso que es uno de los discos más humanos de Petty, en donde expone sin tapujos sus defectos y, a la vez, los defectos de todos nosotros.

Queridísimo Tom Petty, te vamos a extrañar.

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No te pierdas aquí su última entrevista, realizada por de Los Angeles Times, 5 días antes de su muerte el 27 de septiembre 2017.

 

 

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