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El trauma que vivió Salma Hayek a manos de Harvey Weinstein para terminar Frida

El día de hoy el periódico The New York Times publicó una carta abierta en la que Salma Hayek cuenta su historia de abuso a manos de Harvey Weinstein.

Por Sophie Desoche

La actriz mexicana que ahora es mundialmente famosa inició su carta diciendo que Harvey Weinstein “era un cinéfilo apasionado, alguien que tomaba riesgos, un promotor del talento fílmico, un padre amoroso y un monstruo. Durante años, fue mi monstruo”.

Fue a través del director Robert Rodríguez que Salma entró en contacto con Harvey, ya que estaba tratando de levantar el proyecto para la cinta Frida, cuya historia Salma estaba apasionada por contar. Lo que Weinstein hizo a continuación fue tratarle de cobrar a Salma la participación de Miramax en la cinta de muy mala manera.

Salma menciona como a través de los años tuvo que decirle “no” en repetidas ocasiones a Weinstein cuando él le hacía avances sexuales y como cree que su amistad con Quentin Tarantino y George Clooney la podría haber salvado de ser violada por el productor. “Cuando finalmente quedó convencido de que yo no iba a ganarme la película como él esperaba que lo hiciera, me dijo que le había ofrecido el papel y mi guión, hecho con años de investigación, a otra actriz”.

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“Me había lavado el cerebro, convenciéndome de que ya se había acabado y que había sobrevivido; eludí la responsabilidad de pronunciarme en público con la excusa de que ya había suficiente gente involucrada en poner los reflectores sobre ese monstruo personal”, Salma Hayek

La actriz tuvo que contratar abogados para salvar su película y lo logró, aunque Weinstein se lo condicionó duramente. Sin embargo, la veracruzana le sacó la vuelta y sorprendió a todos cumpliendo con las condiciones, entre las cuales se encontraba el que consiguiera a actores famosos para la película. Salma invitó a su querida amiga Ashley Judd y a sus amigos Antonio Banderas y Edward Norton ( quienes vemos abajo en dos escenas de la película), quienes, por supuesto, accedieron.

 

Pero la prueba más difícil estaba por venir. Weinstein volvió a interrumpir el rodaje y a condicionar que la filmación siguiera. “Me ofreció una opción si quería continuar. Me dejaría terminar el filme si acordaba tener una escena de sexo con otra mujer. Y demandó que hubiera desnudez total en la escena. Me quedó claro que nunca me dejaría terminar la película sin cumplirle su fantasía, de algún modo u otro. No había cómo negociar. Tuve que decir que sí. Para ese momento le había dedicado muchos años de mi vida a hacer esta película. Ya era la quinta semana de grabación y había convencido a tanta gente talentosa de participar. ¿Cómo iba a dejar que su magnífico trabajo se fuera a la basura? Había pedido tantos favores y sentía una presión fuertísima para cumplir, al igual que un sentimiento profundo de gratitud por todos aquellos que creían en mí y me siguieron en el camino de la locura. Entonces accedí a hacer esa escena sin sentido.

“Estoy orgullosa de mi capacidad para perdonar, pero el simple hecho de que estaba apenada por tener que describir los detalles de eso que había perdonado me hizo preguntarme si realmente había hecho las paces con ese momento de mi vida”, Salma Hayek.

“Estaba en el set ese día que íbamos a grabar la escena que pensaba iba a salvar la película cuando, por primera y última vez en mi carrera, me derrumbé. Mi cuerpo empezó a temblar incontrolablemente, me quedé sin aliento y comencé a llorar sin poder detenerme como si estuviera vomitando lágrimas. Dado que quienes me rodeaban no tenían conocimiento de mi historial con Harvey se sorprendieron mucho esa mañana al verme batallar. No era porque iba a estar desnuda con otra mujer. Era porque iba a estar desnuda con otra mujer por Harvey Weinstein. Pero no podía decirles eso.

“Mi mente entendía que tenía que hacerlo, pero mi cuerpo no dejaba de llorar y convulsionarse. En ese momento empecé a vomitar y todos en el set estaban a la espera de empezar a rodar. Tuve que tomarme un tranquilizante, que logró que dejara de llorar pero empeoró el vómito. Como bien pueden imaginarse, no era nada sexy, pero era la única manera en la que iba a lograr terminar la escena. Para cuando terminamos el rodaje estaba tan deshecha emocionalmente que tuve que distanciarme de los aspectos de posproducción”.

No dejes de leer la carta completa de Salma Hayek aquí.

La denuncia de Salma contra Weinstein es la más reciente de una cascada de denuncias de otras actrices que incluyen a Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, Rose McGowan, Ashley Judd, Asia Argento y Lupita Nyong’o, entre muchas otras. Una cascada importantísima que por fin le ha dado voz a miles de mujeres que deben pasar este tipo de situaciones en sus trabajos y en su vida diaria. Y que le ha mandado un mensaje a muchos hombres poderosos que se creían intocables: este tipo de comportamiento es inaceptable y hay consecuencias.

Por lo pronto, Weinstein fue despedido de su empresa, expulsado de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, su mujer lo dejó y ha sido desterrado a un congelador en cuanto a su trabajo. Además, hay varias investigaciones penales en su contra en las ciudades de Nueva York y Londres.

Y hablando de este movimiento que ha destapado el mal comportamiento de otros hombres como el actor Kevin Spacey, el conductor Charlie Rose y el aspirante a senador Roy Moore, hace unos días la revista Time publicó a su Persona del año 2017 y este año –no como el pasado– eligieron bien: las mujeres parte de la campaña #MeToo.

time person of the year 2017

 

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